Hace poco Pedro Sánchez presento en una reunión con empresarios un plan con horizonte 2050, en él se detallaba un paisaje nada aragüeño y una serie de medidas consensuadas, según el mismo, por un listado de 100 académicos que decidieron realizar este estudio.
Una de las conclusiones fundamentales referentes a la movilidad era la penalización vía impuestos del uso del coche particular, la prohibición de todo desplazamiento en avión para distancias que pudieran ser cubiertas en tren en menos de 2.30 horas y una transición hacía el vehículo verde, esto planteo muchísimas incertidumbres, por no hablar de que el informe obviaba nuevos medios de transporte que están en el disparadero -en el horizonte 2025 están planificados desde el hyperloop o el tren magnético cuyas últimas pruebas en China auguran un futura velocidad de 1.000 km hora- aunque sobre las que, la crisis y sus problemas de inversión auguran retrasos o quizás no, si se utilizan los recursos europeos para favorecer estos nuevos medios de transporte.
Este nuevo paradigma – con sus océanos, que no lagunas, incluido- nos ha llevado a pensar en como será la movilidad futura de nuestra ciudad, así que esta es nuestra visión algo mas cortoplacista (5 años) de la movilidad en Madrid.
Con las nuevas medidas de restricción de acceso al centro, llámese Madrid 360 o la ya difunta Madrid Central sentencia del supremo mediante, lo cierto es que la movilidad de los vehículos con motor de combustión al menos en el interior de la M30 va a ser muy complicada, dentro de este plan de ajuste por ejemplo, se espera que los vehículos profesionales como los TAXIS se pasen en su totalidad a la modalidad híbrida -aquellos que aún no lo han hecho- y a un plazo más largo al GAS, ciertamente para un TAXI o un AUTOBÚS es realmente difícil pasarse al eléctrico, al menos, con la duración actual de las baterías, tanto en kilómetros como en tiempo de uso, además los super cargadores no tiene horizonte visible debido a su precio y a la infraestructura necesaria para los mismos, además, esta por ver como aguantara la red eléctrica un incremento de consumo en tan poco tiempo, como puede ser el uso masivo de super cargadores, otro asunto que en cualquier caso no es baladí es la recaudación, cuando un vehículo llena su deposito en una gasolinera -un profesional mucho más a menudo- dedica un porcentaje importante de la factura a impuestos, ¿cuanto? pues aproximadamente 47,28 céntimos de Euro por litro en el caso de la Gasolina y unos 37,7 en el caso del Gasoil, todo ello sin aplicar al 21% de IVA, es decir, más de la mitad de lo que pagamos por el combustible son impuestos, además es voluntad del gobierno homogenizarlos, por tanto, estamos hablando de unos ingresos que no tienen nada que ver con los imputables al sistema eléctrico, además, este tiene una condición distinta, no se puede subir la fiscalidad hasta alcanzar los datos de los combustibles sin encarecer hasta el absurdo la factura de un hogar normal, por tanto, la creatividad de las autoridades se pondrá aprueba , ya que, lo que es seguro es que esos ingresos seguirán de una u otra manera.
En el lado del residente de Madrid, se espera un mayor uso del transporte público, así como la electrificación de los garajes particulares, esto creara en Madrid dos tipos de usuarios, aquellos que disponen de garaje y por tanto pueden optar a un punto de recarga y los que dependerán de las estaciones de recarga que deberían ir sustituyendo a las gasolineras paulatinamente, lo cierto, es que la recarga en estos sitios es más que probable que incluya algún tipo de cargo adicional para los impuestos. Este escenario también contribuirá a que existan menos vehículos en circulación, con ello, puede ser que encuentren su sitio los vehículos de movilidad unipersonal, ya sean bicicletas o patines, y por supuesto las motocicletas eléctricas, estás ultimas con mucho más camino andado actualmente que los coches en su adaptación al nuevo escenario.
Es de esperar que las conexiones con las grandes capitales a través de transporte público sean más eficientes y rápidas, lo que en cierta manera penalizara el transporte en carretera, sobre todo si hablamos de larga distancia, a media distancia, las mecánicas tanto hibridas como de Gas serán las protagonistas, dejando las eléctricas con el protagonismo para los desplazamientos en ciudad, especialmente para aquellos que tengan una plaza de garaje electrificada.
Esta podría ser una postal de la movilidad que en los próximos años podría dominar el panorama de la capital, un panorama cuyo cambio será mucho más agresivo al estar sujeta a restricciones por las zonas de baja contaminación.
¿vosotros que pensáis?